El Poder de una Caja

Después de un tiempo, decido escribir una vez más, tratando de entender situaciones que se han dado en los últimos días en México, tratando de darle una explicación a lo que para muchos resulta inverosímil.

Resulta innecesario tratar de comprobar el efecto que tienen los medios de difusión en la población que está expuesta a ellos; no falla, es innegable, los medios y en particular la televisión se han encargado de difundir un mensaje, de imponer ideas, costumbres, formar, moldear y manejar a conveniencia a todos aquellos que nos exponemo a ellos, sin pensarlo dos veces puedo decir que han logrado su cometido.

En algún post anterior mencionaba el cambio de los hombres y las mujeres dado a partir de los medios, cómo pasamos de admirar y profesar la elegancia y el respeto, hasta hoy en día tratar de eliminar los pocos valores que quedaban y degenerar la imagen del hombre y la mujer en nuestros días; sin embargo, este efecto no es el único y podemos decir que se trata de «el menor de los males».

La Teoría Funcionalista de la Comunicación surge a principios del siglo anterior con Harold Lasswell, mediante la cual se trata de explicar el poder y la influencia de los medios de difusión (conocidos como medios de comunicación) en las audiencias expuestas a éstos. El Funcionalismo en la Comunicación argumenta que los medios de difusión siempre tratarán de tener un efecto sobre el receptor, me gustaría decir que tal efecto se centra en situaciones tan superficiales como la moda, sin embargo, podemos hablar de costumbres, comportamiento, lenguaje y otras situaciones que terminan por enajenar al espectador.

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Limitaré los medios de difusión a la televisión, el medio con más presencia en la sociedad mexicana y que incluso ha llegado a existir en cada hogar en un número mayor al de personas que cohabitan allí. Cabe señalar que la televisión como tal no es destructiva ni enajenante, simplemente se trata de una herramienta, la cual hablando de México, se encuentra en manos de unos cuantos, los cuales se encargan de la enajenación de la audiencia.

Los medios de difusión, de acuerdo con la Teoria del Funcionalismo en la Comunicación, tienen dos funciones y una disfunción:

  • La Función de dar Prestigio: Las personas o grupos verán beneficiada su posición social conforme los medios de difusión les presten mayor atención, es decir, las audiencias tendrán una percepción diferente de quienes se encuentren en los medios, muchas veces una percepción alejada de la realidad que busca beneficiar a quienes proyectan su imagen.
  • La Función de reforzar las normas sociales: Se refiere al tratar de establecer una moral única, es decir en los medios se difunde un mensaje en el cual se da a entender que las malas conductas traen malos resultados, las audiencias perciben el mensaje y tratan de comportarse conforme los medios lo dictan.
  • La Disfunción Narcotizante: Los medios reducen la capacidad de organización de las personas, es decir, dan la ilusión a las audiencias de que se encuentran bien informados, sin embargo al conocer los problemas, no hace nada por resolverlos.

En particular en México se da una situación muy interesante entre los medios de difusión, la audiencia y personas y grupos. En últimos días hemos sido testigos de que el poder en México regresó a quien lo tuvo durante largas décadas y se encargó de deshacer más que de hacer con el país, la situación pareciera increíble, sin embargo no lo es tanto si se piensa en la televisión. Es bien conocido por muchos que tanto Televisa como el PRI mantienen una relación desde hace muchos años, y aunque otros tantos no lo sepan, es muy evidente cuando se trata de hablar de dicho partido político en la televisión mexicana.

En los últimos dos meses, fuimos testigos de la campaña política rumbo a la Presidencia de la República, está de más hablar de los candidatos, los partidos y todo lo que llevan de fondo; sin embargo resulta interesante cuando se habla de un contenido dentro de los canales de Televisa en particular para con el PRI. A lo largo de la campaña política, como mencionaría el IFE, el tiempo dedicado por Televisa fue casi el mismo para todos los candidatos, sin embargo el contenido del PRI fue diferente, vimos spots televisivos con mayor producción, musicalizados, tratando de llegar al corazón de los mexicanos para nublarles la mente y olvidar décadas de malos manejos; un candidato totalmente prefabricado por los medios y muy bien elegido para venderse como un producto de televisión. Es en este momento cuando las dos funciones y la disfunción del Funcionalismo de la Comunicación salen a la luz.

Sin embargo que sucede, nos preguntamos si hubo fraude, o si la mayor parte de votantes en realidad no tienen memoria; se trata de un efecto conjunto, los medios de difusión y en particular Televisa cumplieron muy bien con sus objetivos, enajenaron a las personas para que votaran por el PRI, es cierto, lo menciono tras hablar con diferentes personas expuestas al contenido de Televisa, lo hicieron muy bien dada la penetración de dicha televisora a nivel nacional. Por otro lado es muy claro que hay muchas fallas en nuestro sistema electoral, se presta para sacar ventaja y esa fue la parte que el PRI cumplió a la perfección.

Es aquí en donde encontramos que la Mediocracia se da a la perfección en México, el poder que ejercen los medios de difusión es muy grande, lograron llevar a una persona a la Presidencia de la República, han logrado establecer conductas, modas, una imagen del hombre y otra de la mujer, a conveniencia, todo para beneficiar a grupos de poder y continuar sacando ventaja de la desinformación de la población. Es importante señalar que se trata de un Derecho Humano, el Derecho a la Información el que se ha visto transgredido.

Es necesario tomar los últimos acontecimientos y aprender de los mismos, desde mi punto de vista gracias a Internet estas situaciones cada vez tendrán menor presencia, sin embargo debemos entender que la televisión como otros medios son herramientas que se encuentran en las manos de alguna persona o grupo, mismos que tienen diferentes intenciones, por lo cual es necesario tener un criterio de lo que nuestros sentidos perciben. Las manifestaciones son necesarias pero su efectividad deja mucho que desear, ciertamente no habría mejor manifestación que dejar de consumir Televisa, purificar la mente, pensar qué es lo que se ha hecho mal, elaborar un mensaje para hacer comunidad, predicarlo con el ejemplo y esperar ver resultados a largo plazo.


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